Por Roberto Veras.-
El alcalde de cualquier ciudad por lo general termina presionado negativamente cuando los ciudadanos descontentos condenan sus acciones en alguna iniciativa, proyecto o gasto de fondos y recursos de la ciudad.
Nuestro alcalde ha venido con un plan de austeridad en los gastos de representación de él y sus funcionarios, decisión que ha caído como un granito de sal amargo en la abundante miel del bizcocho que puede ser el ASDE, creencia de su principal aliado.
Este hecho es inevitable, ya que no se puede mantener a todos contentos todo el tiempo y la rueda chirriante que obtiene el aceite a veces, simplemente no se puede hacer cuando hay cuestiones más urgentes que considerar.
Tarde o temprano, ese grupo de personas inquietas que tienen sus intereses personales por encima de la ciudad pueden causar serios problemas negativos a una gestión que recién empieza.
Peor aún, si los medios de comunicación local no damos los informes de las actividades realizadas en la alcaldía, los munícipes no se mantienen informados, porque la alcaldía no tiene Relaciones Públicas.
Recientemente el alcalde Manuel Jiménez fue visitado por el expresidente, Hipólito Mejía, ¿Dónde estaba Relaciones Publicas? El día de ayer el alcalde leyó ante el Concejo de Regidores un informe con más de 12 temas de trabajos realizados y por hacer, ¿Dónde estaba Relaciones Publicas?
Hay muchas cosas que la oficina del alcalde puede hacer a través de la Dirección de Comunicación para mantener informada a la población.
Por ejemplo, tomar esas iniciativas de los mercados de nuestro municipio y canalizar la información a través de los medios digitales locales, pero no se hace, ¿Dónde está la vendita comunicación estratégica? Esas informaciones del día de ayer son positivas, ¿Dónde estaba Relaciones Publicas?
Los alcaldes también deben ser anfitriones de las mesas redondas de negocios del alcalde para contar con la asistencia de los pequeños empresarios de la ciudad.
No hay una manera fácil de mantener un mandato 100% libre de problemas en el cargo, pero con un poco más de relaciones públicas y buena voluntad comunitaria, puede ser mucho más fácil el fluido de la comunicación.